CENTENARIO DE MIGUEL HERNÁNDEZ
1910-2010
Un siglo de un manantial
de creación purpurada,
con cimiento campesino
asido a cima de palma.
Mecido por los naranjos
de una vega germinada,
en un vergel del azahar
que laureó su palabra.
¿Cuántos otoños plañeron
por la funérea alborada,
cuando absolutista espada
desgarró una seda grana?
¿Cuánto pétalo agostado
por vulnerada mortaja,
que sapiencia literaria
esculpió en libro del alma?
¿Cuántas eras extenuadas
vertieron acerba lágrima,
sobre tapiz marmolado
de liberal remembrada?
Fortaleza profanada
entre rasguidos de arpas,
que trasfiere ondulaciones
de luciérnaga apresada.
¡Miguel, Miguel de los tiempos!
sólido pulso en batalla,
letrado en nieve perenne,
egregio rayo de plata.
Cien años han transitado
y un crespón bruno se alza,
por llamarada del pueblo,
poeta, antorcha de España.
...
...
TRES CLAVOS DE UNA POESÍA
Tres rosas de grana herida
Miguel se llevó prendidas:
la del amor, la de la muerte
y la de la vida.
Doliente rubia pasión
engarzada en poesía.
Tres coralinas esencias
incliné sobre una huesa,
goteando la condena
de encendimiento poeta.
Tres aguijones purpúreos
señales en las conciencias.
Tres cruces que llora un mundo,
que repudia una sentencia.
Tres punzones de castigo
por esparcir un cultivo.
Tres cuchilladas en grito
con un perenne quejido.
Navajazos de los ayes,
sentires con sangre escritos.
Tres desgarros de un nacido
que yerto sigue camino.
Miguel, un alba volaste
con tres espinas versadas,
de finar, querer y savia
hacia el nidal de las almas.
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