ASESINATO DE FEDERICO GARCÍA LORCA©
Bajo dominio opresor
ejecutaron valor,
cayó fulminado aliento
poeta de luz y amor.
Soplaba céfiro funesto
en la España de otro espacio,
los morteros estallaban
graneando cementerios,
los fusiles empuñados
arrodillaban ingenios.
Y tú, jovial golondrina,
filósofo y arquitecto,
aleteo de palabra,
poesía entre los vientos,
te asesinaron los odios
seccionando libre vuelo,
quebrando cristal y tallo
cegando unos ojos negros.
La crueldad arrojó
un dramaturgo español
en congelado barranco
derretido de dolor.
Cuando un tacto enmudeció
los cimientos de Granada
tañeron lúgubre aflicción,
la Alhambra, bella sultana,
de bruno eterno vistió,
recitaron las fontanas
y cada chorro era un verso
y la voz del cante jondo
desgarraba sentimientos,
la Giralda Sevillana
desmembró funéreo incienso
y el origen andaluz
besó venas sin reguero.
Refulgente tu alma nieve
farolillo de los huesos,
en una hoya común
titilando los secretos.
¡Federico, Federico!
Un poema en el silencio
que lunas enamoradas
veneran desde lo etéreo.
¡Lorca, mártir inmortal!
¡Fulgor con alas perpetuo!
Poema recogido en el libro Lorca. Biografía lírica de un mártir
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