16/07/2009. La Consejería de Justicia quiere cortar la sensación de desidia y desinterés.
Han sido muchos los años de idas y venidas. De alegrías y decepciones. La discusión sobre competencias entre jueces y Administraciones ha dejado en el limbo la apertura de fosas y parece no tener fin. Mientras, sigue paralizada la exhumación de los restos del maestro Dióscoro Galindo y los banderilleros anarquistas Francisco Galadí y Joaquín Arcollas, quienes se cree que yacen junto al poeta granadino Federico García Lorca.
La Junta de Andalucía ha decidido cortar con este incesante capotear de una instancia a otra e iniciará el próximo otoño la excavación de la sepultura sin esperar a una decisión judicial. "No podemos transmitir la sensación a la ciudadanía de que nos inhibimos de nuestra responsabilidad y que no hay voluntad", declaró ayer Begoña Álvarez, consejera de Justicia y Administración Pública, quien agregó: "Las responsabilidades las vamos asumir".
Lo último había sido la negativa de la Consejería de Cultura andaluza a intervenir, con el argumento de que "no se trata de una zona arqueológica, sino de tumbas contemporáneas". Era una respuesta a la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) de Granada, que había acudido a la vía administrativa. Escogió este camino después de que una juez de Granada rechazara asumir la causa sobre las víctimas de la Guerra Civil, el caso volviera otra vez a la Audiencia Nacional y el juez Baltasar Garzón planteara al Tribunal Supremo un conflicto de competencia para que decida quién debe autorizar la exhumación.
Marco jurídico.
Según explicó Begoña Álvarez, la Junta está ultimando un protocolo para preparar un marco jurídico que dé seguridad. Lo primero es adherirse al protocolo del Gobierno sobre exhumaciones, al que la Junta no se había sumado.
La actuación no tendrá un carácter general, "será para casos muy concretos, dependiendo de unos parámetros que deberán fijar unos comités que aún no se han constituido", dijo. Respecto a la identificación de los huesos, la consejería los irá entregando al juzgado conforme se vayan encontrando. "No vamos a identificar a Lorca porque la familia no lo ha pedido", aseguró Álvarez.
Nieves Galindo, nieta de Dióscoro Galindo, expresó ayer su alegría, aunque dijo que teme un nuevo desengaño. La sobrina del poeta Laura García Lorca reiteró que la postura de los descendientes no ha cambiado un ápice, si bien insistió en que no será "un impedimento" para que se lleve a cabo el deseo de otras familias. "Respetamos las decisiones y las posturas diferentes a la nuestra, pero también pedimos ese mismo respeto para nosotros", dijo.
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